La liposucción de abdomen es ideal para personas con un peso saludable que padecen depósitos de grasa localizados pero tienen una buena elasticidad cutánea. La liposucción de abdomen elimina la grasa bajo la piel, con cicatrices (prácticamente) invisibles y un tiempo de recuperación más corto. Si la elasticidad de su piel ya no es tan buena, la liposucción de abdomen tiene el inconveniente de dejar flácida la piel de la parte inferior del abdomen. Especialmente cuando se envejece un poco, esto puede ser un inconveniente.
En cambio, una minicirugía estética de abdomen es adecuada para las personas con exceso de piel, flácida o arrugada en la parte inferior del abdomen, a menudo tras una pérdida de peso, un embarazo o debido al envejecimiento. Esta intervención permite eliminar la grasa y estirar la piel para conseguir un perfil abdominal más firme. Es de esperar una cicatriz más grande, que el cirujano plástico ocultará en la medida de lo posible en un pliegue cutáneo.
En resumen, ambas técnicas tienen sus propias ventajas e inconvenientes, y pueden o no ser adecuadas para su cuerpo. Esto se revelará durante una consulta sin compromiso.