Los implantes anatómicos (también conocidos como implantes de lágrima o forma de gota) y los implantes mamarios redondos son las dos formas de implantes que se utilizan en la cirugía de aumento de pecho.
Los implantes anatómicos se suelen utilizar en el aumento mamario reconstructivo cuando se ha perdido la forma natural del pecho. Para el aumento mamario estético, generalmente se prefieren los implantes redondos.
Los implantes mamarios con forma redonda son más suaves y naturales al tacto que los implantes anatómicos, más duros.
Con el tiempo, cuando un implante en forma de lágrima gira, la forma de los senos cambia y deja de ser simétrica. Por el contrario, cuando un implante de forma redonda gira, no se produce ningún cambio en el aspecto estético.
El centro de gravedad de un implante anatómico está más bajo que su punto medio. Esto da esa característica de forma de lágrima o de gota, sin embargo, en este caso el peligro puede ser que, con el tiempo, el pecho se descuelgue.
La forma más bella y natural del pecho se puede conseguir con implantes redondos. Las modernas prótesis redondas de silicona adquieren una forma anatómica y natural cuando se está de pie, pero permiten el movimiento de los pechos para que caigan ligeramente hacia fuera cuando se está acostado.